Flan de huevos de codorniz

En el blog de Pilar, la cocina de la Lechuza, ha guisado una codornices con brandy extraordinarias y eso me hizo recordar esta receta.

Hubo un tiempo en que a mi padre le dio por ser granjero y en un pequeño trozo de tierra crió vacas, cerdos (en realidad uno, un macho que se llamaba Rafaela no sé por qué), conejos, gallinas y codornices, no cuento perros, gatos, ratones, salamandras, salamanquesas, murciélagos, sapos, serpientes y otros animalillos silvestres. No me repugna ningún bicho, aunque de niña intentaron asustarme con algunos, ahora me fascina verlos en su medio; y cuando están en el mío casi siempre soy yo la que me adapto a ellos…menos si son mosquitos, o cucarachas.
Durante aquellos años de «campito«tuvimos la mejor leche que yo he probado en mi vida, con una nata amarilla y gruesa de dos dedos de espesor. Millones de huevos de codornices, me parecían a mí, con los que no dábamos abasto y había que tener muchísimo cuidado porque muchos se pudrían antes de que los recogiéramos.
Puede que algún verano de mi adolescencia lo más que viera el agua mi piel fuera la de la alberca, como los sapos, hasta que mi madre me pudiera atrapar y fregarme la piel hasta casi arrancármela, roja y escaldada.
El experimento de la granja no salió bien, como podría pensar cualquiera que conociera bien a mi padre, pero disfrutamos de unos veranos verdaderamente salvajes en plena adolescencia.
Por eso yo sé qué es desayunar en la higuera temprano en la mañana los mejores higos fríos del amanecer; he visto cazar 19 ratones a un gato durante una limpieza en el pajar; he recolectado caracoles para dárselos a Rafaela y verlo engullir haciendo cric-crac, que era el sonido más divertido y rico del mundo; he ordeñado vacas y he visto como se le sacan las larvas de debajo del cuero, amarillas y gordas , como de cera; comprendo perfectamente el término « f***** como conejos« porque los ví muchas veces; y me he emocionado en los partos de las vacas; he matado a mano garrapatas llenas de sangre que agarraban los perros en el campo y he defendido a los gatos, propios y ajenos, de la malquerencia que la gente, en general, suele tenerles, poniendo en juego mi integridad física, que siempre fuí yo un poco marimacho, por andar todo el día con mis hermanos. He desgranado maíz, recogido aceitunas, regado con azada, segado alfalfa con hocino (eso poco, no me dejaban porque lo hacía muy mal) . También ví cómo le salían de la tripa a una araña grande miles de arañitas…¡qué repeluco! Y a los americanos poner el pie en la luna.
¡Qué lejos quedaba entonces el viaje espacial de mis intereses!
El flan de huevos de codorniz es el más exquisito de los flanes, aunque aporte más colesterol, pero es de los postres que nadie debería dejar de probar, sin nata ni otros aditivos que le cambien el sabor.


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25 thoughts on “Flan de huevos de codorniz

  1. Bastor, mi hermano, podría contar mil y una anécdota de cómo construíamos casas en los árboles, y Reyeslamágica cómo se escapaba a la ciudad haciendo autoestop, ella siempre fue la más rebelde, y volvía sin que nadie lo notara. Yo no podía entender que la ciudad fuera más divertida que el campito (además me daban miedo hacer autoestop) ella nunca tuvo miedo de nada. Por cierto Josemari, deberías visitar el blog de Pedro, ha hecho un flan de mango impresionante.Pedro, gracias por tu elogio, porque lo verdaderamente creativo es el flan que has hecho tú, rebuenísimo, ¿padrísimo se dice en México? Tengo una sobrina medio mexicana por amor.Menu, me encantaron las respuestas de tu premio😉Mariampa, es que soy una bocazas y lo voy contando todo, pero los huevos de codorniz tienen la culpa que me soltaron la lengua. Por cierto que tengo que hacer una modificación al principio.

  2. Delantal, eso si que es un reto, sin preguntas, pero con toda las respuestas, me ha encantado tu infancia, los niños de hoy se pierden lo mejor, el contacto directo con la naturaleza, por ir un dia de escursion no se sabe lo que es, los flanes una delicia, tengo que hacerlos,(a mi hija de pequeña, siempre le tenia que freir huevos de codorniz, le encantaban) un beso guapa

  3. Estoy dispuesta a seguir leyendo aventuras de tu <>campito<> todas las veces que quieras, me ha encantado.El flan es de lujo total, que original, no se me habría ocurrido nunca, pero es fantástico contar con personas como tú que preparen estas delicias.Mil besos 🙂

  4. Qué maravilla de flan!, yo los huevos de codorniz los uso muchísimo en ensaladas y fritos en tostas mini y cositas así, pero jamás se me había ocurrido incluírlos en un flan y por lo que veo tiene que ser una delicia!!!La presentación en ese plato esmaltado le va genial!! y qué decirte?? que no me sorprende porque siempre nos traes cositas a cual más rica!!!sé que siempre que vengo aquí me voy con muuuuchas ideas para poner en práctica. Un enorme beso.Oye!!por cierto!, la de cosas preciosas que has vivido no?, yo las vivía en pequeños intervalos de tiempo cuando me íba de vacaciones al pueblo con mis abuelos, y son recuerdos entrañables que guardo conmigo siempre!

  5. Mamen, hay niños todavía que viven y me enseñan cosas nuevas del campo, pero son los menos; se mira con cierto desprecio las faenas agrícolas desde la ciudad. Yo ahora recuerdo ese tiempo con nostalgia, como sintiendo no haberme dado cuenta de que tenía un tesoro entre las manos, a lo mejor fue tan intenso precisamente por eso. Los huevos fritos de codorniz…ummmm qué ricos.Margarida, eres un encanto, la cosa va hoy de nostalgias. Le contaba a mis hijas cómo mi madre se vino a mi nueva casa a vigilarme en la mudanza porque yo estaba embarazada de nueve meses y me subía a las escaleras a colgar cortinas; fue inútil, acabamos las dos subiéndonos a las escaleras, cada cual en habitaciones diferentes. Mi abuela se enteró y nos riñó a ambas decidiendo que se venía con nosotras para que no nos subiéramos ninguna a las escaleras. Como te puedes imaginar nos subimos y mi abuela recogía los dobladillos y pasaba los hilvanes de las cortinas. En los descansos nos tomamos un té con tortas de Inés Rosales, y aquello era la felicidad completa, ni recuerdo si dolía la cintura y eso que estaba pesada como una foca. Era la felicidad. Y es curioso que entonces no me daba cuenta, sólo que la sentía.Martuki, la casa de tus abuelos en Asturias debe ser un sueño, ya me escaparía yo contigo para ver los «limacos» que son unos bichos como de otro planeta, y los asturcones, y los prados, y volver mojada de la «orballada», oliendo a hierba y a manzana. También me gusta mucho tu tierra.

  6. ¿Puedo ir a comer a tu casa?, es queeeee hija cada vez que vengo me apareces con cada recetita que ni te cuento, a la cual mejor. Tengo el teclado con las letras borradas de tanto babear encima de ellas jajajajaja.No, ahora en serio, eso de utilizar los huevos de codorniz para hacer un flan, en la vida se me hubiera ocurrido. La idea me gusta y visto luego el resultado final, es como para no pensarselo dos veces y ponerse a hacer el flan.Lo que me ha gustado mucho también es la presentación con ese colorcito esmaltado, queda francamente bien.En fin niña, que como siempre, y como suelo decir…….de sobresaliente.un biquiño, guapetona 🙂

  7. Gran sinopsis de los veranos de los sesentaytantos faltaron a la cita «a limpiar lo mas posible», eran quincenales las limpiezas de la alberca, «cenicero terco el apoyadero» con las olimpiadas de natación y como no ese » todo el mundo al agua» con el resultado previsto de tirarte sola a la piscina ……Y ese gran corcel a nuestros ojos llamado Carbonero….lo recuerdas?

  8. El campito, tiene más de dos folios de recuerdos, y tres o cuatro recetas más, que iré subiendo, pero esas que has contado merecen una descripción detenida, con detalles, jajaajjajaja, la de «todo el mundo al agua» sobre todo, jajajajjajja.El flan tienes que hacerlo, te devuelve ese tiempo, está exquisito, sin abusar, pero hay que probarlo. Lo llevo a la próxima reunión.

  9. Tus videos me relajan. Lo cuentas todo tan bien y están con tanto detalle, que es un placer la visita. El flan, es una pena mi intolerania al huevo, pero lo tendré en cuenta, pues el resto de la familia no está castigada 🙂También ha sido relajante los tiempos vividos de tu infancia. Yo también recuerdo esa infancia de campo. Como los niños que «sabían más» nos confeccionaban arcos y flechas, para jugar a indios e indias. Aquellas noches de verano, cuando los vecinos sacaban sus sillas delante de las casas al fresco, y los niños jugábamos al pio-campo; a la comba; al conejo no está aquí; la zapatilla por detrás. Los baños en el rio Sella. El olor del chocolate negro y el pan recién hecho. El aroma del café que previamente molía mi abuela, con el molinillo entre las piernas, la «Chati» una vaca que tenía mi abuela y que saliamos con ella a pastorear. La ropa recién lavada, en el río y luego tendida al verde. El olor a carburo, con el que se iluminaba por la noche la grandísima cocina de mi abuela…. ¡qué recuedos y qué pena que nunca más se puedan volver a vivir! También es una pena que mis hijos no tengan la oportunidad de disfrutar de esas experiencias. Ahora todo son avisos: «ten cuidado, si ves que entran en el ascensor desconocidos, no subas con ellos» «cuidado si te persiguen por la calle» «cuidado si ves peleas ¡¡huye pues te pueden alcanzar!!» «ojo con el peligro de drogas» ¡Cuidado… cuidado… cuidado…! Yo que viví una infancia, donde las llaves se dejaban colgando de las puertas… Uffff, perdona, tus recuerdos han removido los míos. Me has regalado un precioso momento. Gracias por todo.Un beso.

  10. Marga 😉Su, no hay de qué.Nieves, me gusta no sólo lo que escribes sino cómo lo haces; la manera de construir las frases que tenéis en Asturias, es clásica, tiene el sabor antiguo del bable, de lo primigenio y a mi me hipnotiza.Además tienes toda la razón, poco a poco, con tanta obsesión por la seguridad hemos perdido mucho de la alegría de vivir el juego, en confianza. incluso las peleas con los niños del barrio vecino.Un beso

  11. Me ha encantado tu relato, me ha hecho revivir mis propios veranos en el campo…y nunca he probado los huevos de codorniz, pero supongo que la receta podra hacerse tambien con huevos de gallina, porque me ha gustado mucho tu video

  12. Miedo me da el día que te tropieces una avestrux…..Me ha gustado que nos cuentes cosas de ti, del campo..Y tu voz, que me encanta, que me tiene loquita. Tan dulce..mucho más que el flan!

  13. Delantal, que recuerdos más bonitos!! Parece que nos ha entrado la nostalgia a todos!! para el domingo estoy preparando una entrada llena de vivencias y llevo unos días acordandome de cosas que tenía guardadas en la «recamara». Nunca se me ocurrió hacer un flan con huevitos de codorniz, pero esto hay que probarlo inmediatamente. Un abrazo

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